Silvia me pidió colaboración porque tenía ganas de cambiar el estilo de su salón de estética. Después de algunos paneles de inspiración y de manejar chips de color, convenimos en que el estilo zen, con los valores que representa: tranquilidad, belleza, neutralidad, eran los que necesitábamos. Lamentablemente no tengo fotos del antes, pero estaba decorado en tonos rosas, por lo que el cambio es bastante notable.
Empezamos por el pasillo. La idea era dar protagonismo a la pared del pasillo sin ocupar demasiado espacio. Para ello diseñé unos maceteros, que se construyeron a medida y se lacaron en color plata. Se completan con cantos rodados y cañas de bambú.
El siguiente paso es retroiluminarlos, ya os enseñaré fotos. En el pasillo, frente a la puerta de entrada de la zona de trabajo, colocamos una repisa que funciona como recibidor, para exponer tratamientos, dejar tarjetas, etc.
La pared de la izquierda está pintada en un tono topo, que continua dentro de la sala de espera, mientras que la de la izquierda se ha pintado en un tono piedra claro.
La zona de espera se ha equipado con otro macetero decorativo, una mesa auxiliar, sofá y dos sillones, siempre buscando los materiales y colores naturales: bambú, rattan, algodón,...
Sobre el sofá, hemos utilizado un espejo alargado, que ayuda a contrastar la verticalidad de las cañas de bambú.
Ha sido una gozada hacer este proyecto de renovación con Silvia, nos hemos divertido muchísimo. Ahora falta la zona de trabajo, que ya tengo en la cabeza. Pero eso será dentro de un tiempo. ¿Qué os parece?
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