A priori, pienso que con unas viejas fundas de VHS se puede hacer bien poco. Pero el espíritu de la reutilización lleva a algunas personas a pensar más allá, y a Heidi, del blog de la revista Divaani, se le ha ocurrido hacer de ellas pequeñas cajas de secretos, camufladas en una pared de fotografías y cuadros.
Podría quedar muy bien en un recibidor pequeño, como auxiliar para dejar las llaves o el correo. Quizá haciendo una composición de varios también podría quedar bien, y en una habitación infantil, con sus fotos o dibujos, y sus secretos escondidos dentro, también. Me parece que es una divertida forma de dar un segundo uso a algo que, ahora, está completamente en desuso.
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