Hoy, día de Todos los Santos, es momento de acordarse de los que no están y de celebrarlo con los que sí que estamos. Un comedor pintado de color morado, pero con la pintura sólo hasta media altura, rompiendo los esquemas de lo tradicional, es el escenario perfecto para brindar por todos y prolongar la sobremesa. El efecto de la pintura resulta, para empezar, un buen tema de conversación.
El color púrpura resulta muy sofisticado, ¿has probado a utilizarlo? Reconozco que soy de pequeñas dosis, pero con esta opción me atrevería. Que paséis un buen día!
imagen: pinterest
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