El verde es el color por excelencia de la Navidad. Cuando hablamos de verde, ya llega a nuestra imaginación la Navidad más tradicional, sobre todo si se combina con rojo. Las ramas verdes, ramitas de acebo y arbolillos son el sinónimo de la Navidad auténtica, natural y campera. Me gusta especialmente combinar varios tonos de verde con blanco o plata. Es una forma de darle todavía más frescura a los arreglos, coronas para las puertas y centros florales de estas fechas. Sin dejar de tener su punto rústico, la Navidad combinada con verde pistacho y verde manzana es actual y desenfadada.
Las manzanas, por otro lado, me traen muy buenos recuerdos, porque fueron las protagonistas de toda la decoración floral de mi boda. Las combinamos con orquídeas en aquella ocasión, y ahora me gusta verlas sobre la chimenea.
imágenes: goodhousekeeping, pinterest.
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