Oda al claroscuro, o la luz de una pared gris oscuro




Que la cocina sea una parte central de la casa, y que se la trate como una estancia digna de la mejor decoración (me encanta el guiño del cuadro del cocinero enmarcado) es ya un indicador que apunta a que no estamos en una casa al uso. Las funciones se mezclan, los espacios se habitan, coinciden y se comunican. Y todos ellos resultan una unidad gracias al imponente gris oscuro de las paredes. Sobre el gris destaca la lámpara colgante del comedor, sobre el gris pierde peso la chimenea de hierro, sobre el gris una ventana es un fogonazo de luz.







Iconos del diseño, textiles étnicos, sombreros juju, detalles muy particulares en los que la mano de la diseñadora, Chelsea Hing se funde, seguro, con la personalidad de los habitantes de esta casa.

 imágenes: Chelsea Hing Interiors

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