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Estos días ando liada preparando el bautizo de mi niña; por fin nos hemos decidido a celebrarlo y, para variar, estoy disfrutando como una enana imaginando la decoración del bautizo. Empecé pensando en pajaritos que rompían el cascarón, que algún día volarán del nido y que formarán su propia familia (así de melancólica estoy) pero, por una curiosa coincidencia con el bautizo de un sobrino muy próximo en fechas, voy a ver si derivo un poco el tema hacia otras cosas, lo que me llevará, sin duda, a buscarme el vestido el día antes, jeje.
En esto de la decoración de fiestas, hay mucha gente que no repara en los detalles, y a veces pienso si no lo sacaremos un poco de quicio porque, realmente, no hay necesidad de complicarse. Pero también es cierto que para mí los detalles son la salsa de la vida,... y me da lo mismo si la comida no tiene salsa, lo que pretendo generar es un buen ambiente, nada más (y nada menos). Además, todo este tipo de preparativos me permiten implicar a mi hija mayor (mayor con 3 años) y nos lo pasamos bien juntas. Así que estos días el blog se viste de rosa (sobre todo). Os dejo con un adelanto, la guirnalda de pajaritos que hice hace unos días, y que seguramente vista la mesa de postres.
¿Verdad que es muy dulce? No sé si os he hablado alguna vez de las bondades del rollo de bayeta, este es un buen momento para hacerlo. Dibujé cinco siluetas de pajaritos sobre un rollo de bayeta rosa, los recorté dos a dos y los cosí (con ayuda de mi hermana pero, vamos, no tiene complicación). Aparte de bonita, es lo más low-cost del mundo, he calculado que un metro de guirnalda sale por algo más de cinco céntimos de euro.
Si os apetece, os seguiré contando cositas del bautizo!
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