¿Qué pasa cuando una niña pasa de tener un color preferido, el amarillo, a adorar el rosa? Pues nada, no pasa nada, pero decorativamente hablando, es realmente fácil para madres como Mercedes contentar a su hija. En el número que hace unos días publicamos de Singulares Magazine, escribí un reportaje sobre la casa en la que se encuentra este dormitorio (puedes leer la revista, gratuitamente aquí). La base blanca y negra, de inspiración nórdica, que está presente en toda la casa, no es más que el fondo para fuertes impactos de color, como los de tono rosa en la habitación infantil.
Lo curioso es que la habitación publicada en la revista, aún siendo la misma, no aparecía igual, fruto del espíritu decorador de Mercedes, que hace que cada estancia se adapte al estado de ánimo.
Supongo que la hija de Mercedes estará encantada, ¿no os parece?





No comments:
Post a Comment