No hemos visto mejor manera de enlazar las mañanas en la playa con las mañanas en el colegio, que componiendo un alfabeto de juguete con pequeños cantos rodados. A las niñas les encanta llevarse siempre una piedra, una concha, incluso un alga, en fin, un pequeño souvenir de la playa. Afortunadamente la tenemos cerca; en verano jugamos con las piedras y nos bañamos, en invierno vamos a tirar piedras al mar, como si alguna vez se fueran a terminar. Y es en estos momentos cuando te das cuenta de que los mejores juguetes son los más simples, que la vida puede ser mucho más sencilla de lo que es y de que, a menudo, somos los padres los que buscamos complicarla.
Por ello, cuando Limón & Nada me pidió que os hablara de su última campaña, me pareció que estaba muy en sintonía con lo que pienso de los juguetes. Hacerlos juntos, disfrutar pensándolos y después disfrutarlos puede ser más satisfactorio que amontonar juguetes con pilas, y esa grata sensación es la que tuve cuando hace poco montamos el puesto de mercado para jugar.
Back to basics, vuelta a los básicos, a la vida sin tantos aditivos, eso es lo que cuentan en su campaña; en su web le dan un empujoncito a la imaginación para que veamos que, al final, lo importante es darle cancha a la creatividad, con un palo, con una piedra, con una caja,... (Puedes verlo haciendo click en este link).
Pinté las piedras con rotuladores, algunos de ellos con purpurina, y dupliqué las vocales y algunas letras más para que pudieran componer más palabras. Los niños son sinceros, y si mi sobrina enseguida me pidió un alfabeto para ella, será porque le gustó formar y formar palabras; a mi me gustó probar las onomatopeyas "a ver, ¿qué ruido hace un coche? ¿y un paquete cuando cae al suelo?"... lo dicho, back to basics.
Por ello, cuando Limón & Nada me pidió que os hablara de su última campaña, me pareció que estaba muy en sintonía con lo que pienso de los juguetes. Hacerlos juntos, disfrutar pensándolos y después disfrutarlos puede ser más satisfactorio que amontonar juguetes con pilas, y esa grata sensación es la que tuve cuando hace poco montamos el puesto de mercado para jugar.
Back to basics, vuelta a los básicos, a la vida sin tantos aditivos, eso es lo que cuentan en su campaña; en su web le dan un empujoncito a la imaginación para que veamos que, al final, lo importante es darle cancha a la creatividad, con un palo, con una piedra, con una caja,... (Puedes verlo haciendo click en este link).
Pinté las piedras con rotuladores, algunos de ellos con purpurina, y dupliqué las vocales y algunas letras más para que pudieran componer más palabras. Los niños son sinceros, y si mi sobrina enseguida me pidió un alfabeto para ella, será porque le gustó formar y formar palabras; a mi me gustó probar las onomatopeyas "a ver, ¿qué ruido hace un coche? ¿y un paquete cuando cae al suelo?"... lo dicho, back to basics.
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