Hoy quiero presentaros un pequeño apartamento en Paris. Es la demostración de que la escasez de metros no tiene por qué estar reñida con el estilo que, por otra parte, este apartamento derrocha. La gama cromática es de tal intensidad que consigue que armonicen perfectamente morados, azules y verdes. Lejos de resultar frío, porque no dejamos de hablar de corian (en la cocina), dm lacado (en el mobiliario a medida de cocina y dormitorio), y asientos industriales (como los taburetes de la cocina), la riqueza de texturas en la ropa de cama y en las tapicerías del salón lo hacen profundamente habitable.
Una idea decorativa con pintura, muy fácil de poner en práctica. Las baldas voladas grises enmarcan una franja de pintura en gris que continua como cabecero de la cama, muy geométrico y perfecto, ¿no os parece?
Y la distribución, que es el secreto del éxito de los pequeños espacios, tampoco tiene desperdicio.
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