En un proyecto de reforma o de interiorismo, todos los detalles son importantes. Y decidir cada uno de los acabados de la vivienda se convierte en una tarea ardua para la que, a veces, no hay mucho tiempo, y para la que, otras veces, no hay muchas ideas. Y si tienes la oportunidad de elegir algunos acabados cuando ya la vivienda está terminada y ya estás viviendo en ella tiene una parte muy positiva, y es que puedes elegir con más detenimiento esos detalles. Es el caso de Aurora. Su casa tiene carpinterías oscuras, con pomos y tiradores en acero y tarima algo más clara y ha optado por paredes en un gris muy pálido. Algunos muebles y complementos son de estilo más clásico, así que el abanico de posibilidades para elegir las puertas de los armarios, que es el asunto que nos ocupa en esta entrada, es algo más amplio.
Vamos con algunas imágenes que espero le sirvan de inspiración:
Las puertas de espejo. Fueron muy usadas en los ochenta, y ahora vuelven a revivir. Son un clásico que no pasa de moda, sobre todo si elegimos espejos sin biselar, sin ninguna moldura a la vista.
Una opción que me gusta muchísimo es el acabado en dm, porque lacándolo tiene una textura muy fina. Lacando el frente de los armarios en el mismo color de las paredes, consiguiendo un extra de luminosidad en las habitaciones. Es una baza a tener en cuenta el hecho de que pasan desapercibidos, son una opción que aligera el espacio, integra el armario en el resto de la habitación y hace que pese menos visualmente.
Las puertas de estética japonesa, que imitan los paneles nipones de papel de arroz utilizados para separar estancias son otra idea a considerar. Aunque los armarios no sean de puertas correderas, es posible recrear este estilo usando una moldura más gruesa que recorre el perímetro de cada puerta, además de varillas finas de madera para decorar el cristal.
Los clásicos cuarterones, pero con un twist. Aquí se ha elegido revestirlos interiormente con tela, pero sin fruncir y mezclando dos lisos y un estampado. El resultado es un armario muy expresivo, sorprendente a la vez que clásico y en cuyo éxito juega un papel determinante la elección de los tejidos.
Arpillera y molduras sencillas, una opción original para tapizar las puertas de los armarios.
Es muy interesante la idea de concebir la puerta del armario como si se tratase de una pared panelada, llevándola desde el suelo hasta el techo. Las de la imagen, en color wengué, se completan con unas acanaladuras horizontales.
¿Por qué opción os decantaríais? Si tienes alguna opción más, compártela en un comentario!
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