El gris en toda su gama y el color mostaza son la base para crear toda la homogeneidad que se respira en este piso, de apenas 63 metros cuadrados. Mucha coherencia, además, en la distribución de los espacios. La cocina, a pesar de la escasez de metros, se ha aislado de la zona más noble de la casa a través de un acristalamiento, lo que hace que se beneficie de toda la luz de este apartamento parisino.
Cuidados detalles muy en tendencia, como el revestimiento de mosaico de estilo hidráulico diseño de Patricia Urquiola, en el ángulo destinado a la cocción, o el papel pintado en color gris a ambos lados de la chimenea del salón, están presentes aquí y allá en todo el apartamento.
imágenes: Marie Claire Maison
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