Imaginemos que más de treinta amigos quedan para tomarse juntos un café y hablar de lo que les gusta. Eso es justamente "Quedamos en...", un punto de encuentro virtual de ya 35 blogueros que coincidimos el mismo día, los 15 de cada mes, para hablar sobre el mismo tema. El mes pasado inaguramos con el recibidor (podéis ver el post con el que participe aquí) y este mes el tema es Navidad.
A mi la Navidad me encanta, y a estas alturas de mes casi ya estoy saturada porque llevo tres árboles montados, entre otras cosas. Y este año además, como os he comentado ya varias veces, participo en una iniciativa que reune a decoradores e interioristas, y en el que el objetivo es tomar un local vacío y decorarlo hasta abril. He empezado por Navidad, aún a sabiendas de que mañana ya estaré pensando (si no hoy, que es el día de la inauguración) en el próximo escaparate, allá por el 7 de enero.El local que me tocó por sorteo es algo estrecho, y tiene el inconveniente a la hora de montar de que escaparate y puerta de entrada al local son todo uno; es decir, que cuando lo montas, no puedes volver a entrar si no es descalza y con riesgo de cargarte el montaje.
Mi Navidad es blanca y dorada, algo sutil y zen. Es una Navidad hecha a mano, delicada y discreta. He partido del árbol de Navidad de cojines, que os enseñé el año pasado. Me gusta tanto que tenía que utilizarlo otra vez.
Toda la trasera del escaparate está hecha con bolas de papel. Son pantallas que utilicé para iluminar mi boda, que fue al aire libre. En aquella ocasión compramos alrededor de cien, y todavía quedan unas cuantas.
El suelo está cubierto con papel y planchas de corcho que simulan grandes adoquines. Además, está decorado con círculos troquelados de cartulina dorada, buscando el efecto de confetti gigante. El mismo efecto sigue en la pared lateral derecha que, además de esta lluvia de confetti gigante tiene un espejo de mimbre que he pintado en dorado y dos aros, como coronas de Navidad, que están hechos con conchas de pasta pintadas, ensartadas en un alambre y decoradas con un lazo.
En el centro del escaparate he colocado tres lienzos en blanco que guardan un secreto a partir de las cuatro de la tarde, que es cuando se ilumina la composición de imágenes que he creado con luces de navidad. Están ensartadas por detrás , y dibujan un diente de león, una espiral y una estrella. Los dos lienzos más pequeños se apoyan sobre unas mesitas venecianas que he pintado de dorado y blanco. Como podéis ver, las zonas no pintadas de dorado (las rayas centrales) muestran el estado inicial de las mesitas, muy desvencijadas y ya sin rastro de pan de oro.
He disfrutado montando esta escena, y algunas cosas estoy segura de que se podrían haber perfeccionado, pero estoy bastante contenta con el resultado, sobre todo teniendo en cuenta el problema logístico que supone tener dos peques... estar montando y parar para dar el pecho, temblar por si se despertaba cuando caían unas tijeras en el suelo, en fin! Y no hubiera sido posible sin mi chico, que dice que no me va a ayudar pero luego siempre lo hace, con más optimismo que yo y diciéndome que si no me metiera en estos líos ni yo sería yo, ni la Navidad sería Navidad.
Espero no ser demasiado pesada con el tema navideño... unos posts más y ya estamos en enero. Entretanto, Feliz Navidad!
Estos son todos los blogs participantes, en los que puedes encontrar más inspiración navideña:
Y un poco de diseño
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